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domingo, 27 de mayo de 2012

Bahía de Ha Long y comenzamos a bajar...

Tras nuestra excursión a Sapa, regresamos a Hanoi, donde habíamos contratado un tour de dos días y una noche en la bahía de Ha Long, el lugar turístico por excelencia de Vietnam. A pesar de ser un hervidero de turistas, nos gustó bastante. Además, fallaron las predicciones de lluvia. Nos hizo muy bueno, pudimos darnos un bañito a media tarde y hasta hacer un poco de kayak.



Se suponía que tras el tour, volveríamos a Hanoi, pues se incluía el transporte de ida y vuelta, pero se nos presentó la opción de parar en la estación de autobuses de Ha Long city y decidimos improvisar el comienzo de nuestra ruta a Laos.

La idea inicial era haber cogido en Hanoi un bus hasta Thanh Hoa, pero cogiendolo en Ha Long nos ahorraríamos casi 3h de viaje. El problema: que desde Ha Long solo había un bus al día a Thanh Hoa y era a primerísima hora de la mañana, así que o cambiábamos de destino, o hacíamos una noche más en Ha Long.

Finalmente, nos decantamos por ir a Ninh Binh, que está a tan solo 60 km de Thanh Hoa, y con un poco de suerte, hasta quizás encontrábamos conexión directa con Sam Neua, nuestro primer destino en Laos.


Tras cuatro interminables horas de bus, llegamos a Ninh Binh, pero la estación de autobuses ya estaba cerrada y no había manera de averiguar si podríamos ir desde allí al día siguiente a Laos por la frontera que queríamos. Preguntamos en un par de agencias de viaje, pero nos insistieron en que no existía transporte por la ruta que queríamos. La alternativa que nos ofrecían era un autobús del infierno que seguía bajando hacia el sur de Vietnam para cruzar a Laos más abajo, haciendo un total de 20 horas de viaje.

No señor! Nuestra ruta existe, aunque no salga en la "Lonely" nos hemos documentado y es lo que queremos hacer. Quizás desde Ninh Binh no salgan buses a Sam Neua, pero sabemos de buena tinta que desde Thanh Hoa sale uno a las 8 de la mañana. Vámonos p'allá entonces!

Cargamos mochilas de nuevo, y nos dirigimos a la carretera principal donde nos había dejado el bus. Allí habíamos visto que continuamente pasaban minibuses con múltiples destinos y ya que la estación de autobuses estaba cerrada, había que probar suerte.

Y la tuvimos! Nada más llegar, pasaba un minibus a Thanh Hoa. Nos montamos casi en marcha y nos dispusimos a negociar precio (aquí todo se negocia, que de entrada siempre se columpian mucho con los precios). Para variar, el cobrador no hablaba ni una sola palabra de inglés, e intentó colarnos un precio mayor de lo previsto. Suerte que un pasajero vietnamita nos hizo de traductor y conseguimos rebajar algo el precio.

Al final llegamos a Thanh Hoa a la misma hora que si hubiésemos ido por Hanoi y pagando bastante más. Pero la emoción de ir improvisando nuestros movimientos por territorios nada turísticos y las risas que nos echamos el resto del viaje con nuestro traductor, merecieron la pena ;-)

1 comentario:

  1. yes! El precio incluía otros extras como el cursillo intensivo de vietnamita y las risas merecieron la pena!!!

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