Ya estamos aquí. Ya hemos llegado. Estamos en Kalibo, ciudad costera del norte de Panay, y que mucha gente utiliza como aeropuerto de llegada para ir a la pequeña pero ultrafamosa isla de Boracay. Antes de que sigáis leyendo, ya os adelanto que no, no hemos ido a Boracay. No teníamos ganas de volver a Khao San Road en su versión filipina.
Siguiendo la filosofía de viaje establecida para este país, y más concretamente su punto #1, decidimos quedarnos un par de días en Kalibo, para comenzar a empaparnos de la cultura local y de su estilo de vida/gastronomía. Aquí, además, tuvimos nuestro primer intento frustrado de alquilar una moto para recorrer los alrededores, por lo que el comienzo del punto #2 tuvimos que aplazarlo.
El pueblo de Kalibo, tiene poco que ver. Quizás eso explique la ausencia absoluta de occidentales, así como las innumerables miradas de curiosidad que nos perseguían allá a donde fuéramos. Eso sí, todas ellas solían terminar en una sonrisa y un saludo, cuando no en una conversación llena de amabilidad, en la que nadie intentaba vendernos nada. ¡¡Aaaaleluya!! Al fin hemos dejado de ser "billeteras andantes" de cara a los locales, para ser "personas" sin más :)
Aprovechando esta coyuntura, decidimos tomárnoslo con calma y hacer las cosas cotidianas que cualquiera podría hacer en su pueblo: unas compritas por aquí, sesión de peluquería para Paco por allá (yo sigo evolucionando el casco, que ya pasa de pelo-playmobil), ¿a ver qué pinta tiene esta iglesia por dentro? ¡coño! ¡una boda!. Si estamos a miércoles y son las tres de la tarde... ¡ah! ¿que somos bienvenidos? ¡Pues yo no me lo pierdo! La ceremonia fue en inglés (este país es un lujo, todo el mundo lo habla) y exactamente igual que cualquier boda católica en España. Se nota que fueron colonia española en el pasado... algo que se aprecia no solo en la religión, sino también en los nombres y apellidos de la gente, en los nombres de los pueblos y sobre todo en el idioma (infinidad de palabras son "adaptaciones" del español: los números, los días de la semana, los meses del año, muchas comidas, etc).
En la boda de Toni y Roda
Qué más quisieran nuestros queridos padres que estuviésemos a tan solo 5 km de Numancia (pero la soriana, claro)
Otra de las cosas que nos gusta de Filipinas, es que aquí también celebran la Navidad. Tooooodo Kalibo estaba adornado con luces de colores y algún que otro Belén. Y en la plaza del pueblo (el lugar con más ambiente) tenían un pequeño escenario con música en vivo. Eso sin olvidar a la chavalería cantando villancicos de puerta en puerta. Aquí se escucha música por todas partes :-)
Árbol de Navidad en la plaza de Kalibo
Belén en Kalibo
En San Jose, la decoración callejera era similar a la de Kalibo. Y coincidiendo con el comienzo de las vacaciones escolares, presenciamos un minifestival donde los chavales bailaban varias coreografías en el patio del colegio.
Tampoco aquí conseguimos alquilar una moto (es lo que tiene moverse por lugares poco turísticos). Por lo que poco más hicimos por San Jose: paseillos por la playa, visitilla a sus iglesias, cervecita a media tarde con un americano que lleva viviendo en el pueblo algo menos de un año, y conversaciones múltiples con los habitantes del lugar. Un pueblo tranquilo, ¡sí señor!. Esto es precisamente lo que andábamos buscando. Creo que este país no me va a decepcionar :-)
barquitos en la playa de San Jose de Buenavista
atardecer desde la playa de San Jose de Buenavista
Belén en San Jose de Buenavista
"casino" callejero en la plaza de San Jose de Buenavista
INFORMACIÓN PRÁCTICA PARA VIAJEROS
- Transporte: del aeropuerto de Kalibo a la ciudad, se puede ir en triciclo (una especie de moto con sidecar para varias personas) por 9,5 php. De Kalibo a San Jose, salen autobuses (Ceres Bus Line) a las 5:00, 7:00, 9:00 y probablemente a alguna hora más. Cuesta 100 php y tarda unas 5h.
- Alojamiento: en Kalibo nos quedamos en el Backpackers Haven Inn (calle Pastrana entre GM Reyes street y 19 Martyrs st.). Pagamos 350 php por noche en habitación doble con baño compartido. Muy limpio (estábamos solos en el lugar) y con buen WiFi. En San Jose de Buenavista nos quedamos en Madrangca Lodge, junto a la playa. Pagamos 300 php por noche en habitación doble con baño privado. Amplio, limpio y cómodo. Sin WiFi.
- Comida: en Kalibo, justo al lado del hostal hay un pequeño restaurante regentado por una familia muy agradable donde se puede comer por 40 php. Además, en las calles aledañas a la plaza hay infinidad de puestecillos de pinchos y de cazuelas, para comer por un precio similar. En San Juan de Buenavista, también se pueden encontrar este tipo de puestos (p.ej. junto al hospital). Un sitio un pelín más caro, pero que nos gustó mucho fue el restaurante Parillahan, en la calle Tobias A. Fornier, un poco antes de llegar a la plaza (platos 70-120 php; cerveza ¡30 php! :-D). Por la noche ponen música y se llena de gente que va allí a socializar, tipo bar. Además debe de ser de los pocos sitios de la ciudad que tiene WiFi.
- Otros: en Kalibo compramos una tarjeta SIM (operador SMART) por 40 PHP con 35 SMS (a móviles filipinos) gratis. Los SMS valen 1 PHP a móviles filipinos y 15 PHP a móviles extranjeros. Las llamadas salen a 6,5-7,5 PHP/min a números filipinos y a 20 PHP/min a números extranjeros. La recarga mínima son 15 PHP y se puede recargar en prácticamente cualquier puestecillo de lo que sea a lo largo y ancho de todo el país.
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